martes, 11 de octubre de 2011

¿QUE ES LA REALIDAD?


No debe existir interrogante más fascinante y difícil de responder que esa. Partiendo de la filosofía cartesiana –¿pensamos porque existimos, o existimos porque pensamos?– este artículo intenta demostrar, por medio del método de lógica encadenada, que es viable la existencia de muchas realidades y de distintos planos de existencia.
Pienso, luego existo. Este postulado que nos dejó en herencia la Grecia esplendorosa del tiempo de los grandes filósofos como Descartes, oculta algo más que la aparente sentencia y es que el hecho de existir no implica necesariamente que se produzca el pensamiento y de eso doy fe al observar a ciertos individuos que conozco, ironías aparte. Podemos afirmar que imprescindiblemente para poder generar un pensamiento tiene que existir la mente y por tanto el ser.
Esto comprende muchas posibles formas de existencia o planos existenciales y un claro ejemplo nos lo dan las modernas tecnologías con sus últimas generaciones de sistemas expertos y de inteligencia artificial.

Os preguntaréis a donde quiero llegar. Es bien fácil. Persigo razonar por medio del método de lógica encadenada, que es viable la existencia de muchas realidades y de distintos planos de existencia.
Dicen que la verdad es un elefante y cinco ciegos.
Verdaderamente existen tantas realidades como observadores de un acontecimiento ya que lo que nosotros llamamos realidad no es más que una mera ilusión proyectiva de nuestra mente y de nuestros limitados sentidos de forma que la única verdad absoluta es que no existe ninguna verdad absoluta, aunque esto en sí resulta paradójico en su expresión semántica.

La realidad que proclama la ciencia es como máximo un intento de aproximación a la realidad. Pues tenemos que considerar que los experimentos que el hombre realiza valiéndose de instrumentos y de medios que puedan sondear aquello que sus limitados sentidos no alcanzan, deben ser interpretados por el experimentador y es entonces donde cabe la posibilidad de equivocarse por diferentes motivos, como por ejemplo el de contemplar una parte y tomarlo como el todo; como les ocurrió a los cinco ciegos que querían conocer que cosa es un elefante y cada uno toco una parte y se creó un modelo diferente relacionado con los conocimientos que tenían.
Esta limitación de la mente de poder asimilar lo que no se parece a nada conocido es un serio obstáculo en el camino del buscador del conocimiento.
Para intentar sortear ese escollo nace la metafísica, la cual no necesita de ningún laboratorio y utiliza el pensamiento y el razonamiento abstracto como única herramienta. La metafísica, despreciada y repudiada por la ciencia oficial, tiene el innegable mérito de haber sido la      punta  de lanza que abrió camino a la ciencia ortodoxa.
Es la creatividad pura el remedio para combatir la falta de imaginación del cientifismo y esto lo digo sin querer desmerecer a nadie.
Recordemos que las filosofías griegas llegaron por ejemplo a afirmar la naturaleza atómica de la materia y todo ello con el simple auxilio del pensamiento metafísico. Hoy es una realidad demostrada empíricamente por la física.


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